
Y hoy te llamo porque tu voz se perdió entre pantanos sudados en depresión.
Te llamo porque estoy entre el principio y el final, pues la verdad ha estas alturas poca vergüenza me da, reconocer que he preferido el gris, nunca se si blanco o negro. Nunca me atrevo a caminar hacia los extremos, mas siempre me he sentido en ellos.
Y hoy te llamo porque entre lo que he luchado y lo he perdido la balanza queda paralela a tu camino que, tarde o temprano se unirá con el mío.
Te llamo porque en esta conversación fría, quedó una promesa mal echa poco dispuesta a hacerse realidad. Pero vigente en una ilusión que podría resucitarla.
Y hoy te llamo porque estoy entre el principio y el final, ante mis ojos dos caminos por andar…
Uno es el deseo más grande de que llegue un ángel y me enseñe a amar, a volar junto a el.
Y otro que pueda llevarme al infierno si así lo deseo enseñándome a odiar.
Te llamo porque hasta en los recuerdos perdí el tono de tu voz
Y ahora que te escucho, veo que ya no eres el mismo.
Siento que tus palabras apagan de a poco cada espacio de mi alma dejando solitario mi esqueleto queriendo moverse sin poder hacerlo.
Y hoy te llamo porque probablemente sea la última vez que lo haga, te llamo porque la distancia pronto, no me dejará hacerlo.
Y hoy te llamo, porque he recuperado tu voz entre pantanos de lujuria y de pasión.