sábado, 8 de septiembre de 2007

Balance ~~*

Si. El equilibrio sin darme cuenta ya no es sólo mental.
Camino, siguiendo sólo una línea, caigo pero vuelvo a intentarlo.
Siempre ha sido igual y es probable que ya no cambie. Pero no me hace mal.
Aunque he pensado que este último tiempo. Sin querer… Ocurrió un vuelco brusco en mi interior. De alguna exiliada razón; me extraño. Me echo de menos…
A veces siento que soy una persona lejana a la que fui. Las cosas no terminan, sólo retoman otro rumbo… Se modifican.
Quizás yo pase por un proceso similar. Intento pensar que todavía puedo sentir. Que el no llorar no significa que las cosas que ocurren duelan menos. Quizás ya era hora de tomarle el merecido peso a todo, y no cargar con una cruz no correspondida y por lo demás, tan pesada.
Pero más que extrañar mis lágrimas…
Es sentir el dolor, la ausencia de aquellas arduas noches llenas de pensamientos que no encontraban solución. Es saber, que paulatinamente el sueño se iba apoderando no sólo de mi cuerpo. Hasta perderme entre sueños y pesadillas que me hacían encontrar la realidad al despertar.
Y es ver que hoy. Ya no hay amanecer, porque sencillamente. Jamás hubo un anochecer.
Porque extrañamente. Son veinticuatro horas sin dormir. Durante siete días.
Y no me canso, no siento sueño.
No siento. Sólo entiendo que las cosas pasan…
Ahora logro saber que pese a todo, prefiero que no haya conexión entre la cabeza y el corazón… A que se hayan unido formando la nada.


Li<.

1 comentario:

GAMAL OMAR dijo...

podria estrecharte en los brazon, rascar tu cabeza para que se liberaran los sueños...los tuyos fundiendose con la realidad que te hace invisible...
la quiero niña.